En el Perú se calcula que hay cerca de 200.000 usuarios de cigarrillos electrónicos, quienes los usan como una alternativa para dejar de fumar, según la Asociación de Vapeadores del Perú (Asovape).
La Asociación de Vapeadores del Perú (Asovape) señaló que buscan una regulación que reconozca la utilidad para los usuarios de vapeadores, también conocidos por cigarrillos electrónicos, como dispositivos para dejar de fumar.
Asimismo, plantean que los distingan de los cigarrillos tradicionales, en vista de la gran cantidad de evidencia científica que ya existe.
“Estamos dispuestos como asociación a colaborar con los legisladores no solo con la información y la evidencia científica, sino también con nuestra propia experiencia”, dijo Jorge Palma, presidente de Asovape.
El representante del gremio explicó que los vapeadores requieren de reglas totalmente distintas a las de los cigarrillos tradicionales. Por ejemplo, recalcó la importancia de que se limite el acceso de estos dispositivos a menores de edad, que se permita a los usuarios tener mayor información sobre el contenido de los productos y que se combata el mercado informal.
En ese sentido, la Asovape está en contra de la iniciativa legislativa que pretende establecer para los vapeadores tasas de impuestos similares a las de los cigarrillos tradicionales, como propone un proyecto de ley en el Congreso.
Además, refirió que el humo de los cigarrillos convencionales es el principal generador de daño, porque resulta de la quema de tabaco, y contiene más de 4.000 sustancias químicas, al menos 250 son nocivas y más de 50 causan cáncer. En los vapeadores se genera vapor a partir de calentar un líquido compuesto por una mezcla de agua, glicerol, saborizantes, y puede o no tener nicotina.
“Son productos distintos a los cigarrillos, por ello no se deben regular igual. Esto lo han entendido la Unión Europea, Reino Unido, Suiza, Nueva Zelanda, Canadá, Japón y Corea del Sur, entre otros, que cuentan con regulaciones distintas, y en muchos ya fueron incluidos en sus políticas de salud pública como una efectiva herramienta en la lucha contra el tabaquismo”, aseguró Palma.
Este proyecto de ley busca incluir a los líquidos para vapear dentro del Impuesto Selectivo al Consumo con tasas similares a la de los cigarrillos convencionales. “Nosotros nos hemos presentado en la Comisión de Economía para que se escuche nuestra voz y para desmentir una serie de mitos y falsedades sobre los vapeadores que no cuentan con ningún sustento científico”, comentó el vocero de Asovape, Sebastián Tovar.
La asociación mencionó que se calcula que en el Perú son cerca de 200.000 los usuarios de vapeadores y en el mundo hay aproximadamente 48 millones.
Asovape indicó que la principal diferencia entre el cigarrillo convencional y el vapeador es que este último no emite humo, sino un vapor compuesto por una mezcla de agua, glicerol, saborizantes, y que puede o no tener nicotina.
“Según el Colegio Médico Británico vapear es 95% menos dañino que fumar; por eso se considera una alternativa para reducir los riesgos y daños causados por el consumo del tabaco”, afirmó Tovar.
Las diferencias entre el cigarrillo convencional y los vapeadores ya se han reconocido en legislaciones como las de la Unión Europea (UE) y Canadá. En nuestra región, Colombia y Chile ya están discutiendo proyectos de ley con un tratamiento diferenciado de los vapeadores a los cigarrillos tradicionales, reconociéndolos además como una alternativa para dejar de fumar.
En el mercado existe una diversidad de vapeadores y se pueden encontrar desde los S/ 90 hasta arriba de S/ 1,000. Se comercializan en tiendas especializadas o a través de las plataformas electrónicas, así como en algunas tiendas de conveniencia. Según, Asovape, una persona que quiera iniciar en el vapeo puede conseguir un kit entre S/ 90 y S/ 300.